La UAM es parte de mi vida. He dedicado mis mejores años a formar físicos y a la investigación. Le debo tanto a la UAM que ahora he decidido devolverle todo lo que pueda. Me presento a rector como agradecimiento por los años que he pasado y aún pasaré aquí y porque sé como cuidar y mejorar nuestra institución. Tengo la responsabilidad de dar un nuevo impulso a la UAM y al conjunto de la comunidad universitaria.
Cuento con la colaboración de un conjunto de personas, con trayectorias académicas y profesionales sólidas y destacadas, y representativas de la pluralidad de visiones y Centros, para desarrollar esta tarea. Y lo haremos desde la base: no hemos estado nunca en equipos rectorales pero sí en muchas responsabilidades docentes, investigadoras y de gestión que nos han permitido conocer en profundidad la Universidad. Sabemos que podemos cambiar la gobernanza y la gestión, para dirigirlas hacia todas las personas que estudiamos y trabajamos en la UAM, a través de un proyecto que está guiado por tres ideas fundamentales: reconocimiento, credibilidad e inclusión.
Es la hora de recuperar la ilusión, de retomar el orgullo de ser miembro de la UAM, y de poner en el centro de nuestras políticas a las personas. Necesitamos volver a ver en nuestra institución un apoyo a las decisiones que como académicos, como profesionales de la gestión o como estudiantes tomamos para encauzar nuestro futuro, en lugar de una barrera adicional que tenemos que superar, y que en muchos casos ha resultado infranqueable.